DAMOS A CONOCER LA IIDENTIDAD DE LA BUENA MUERTE

Mucho fue el empeño que pusieron nuestros mayores en forjar un estilo propio, en el que los hermanos de la Buena Muerte nos reconociéramos y por el que se nos identificara. La caballerosidad, elegancia, solemnidad y señorío que siempre distinguieron a nuestra Hermandad, conformaron la identidad propia de la Buena Muerte. Es pues, nuestro compromiso de hacerlo realidad y mantenerlo inalterado.

miércoles, 8 de abril de 2020

MIÉRCOLES SANTO LAS SIETE PALABRAS 2020


Cofradía del Santísimo Cristo de la Buena Muerte
y María Santísima de la Amargura.

Hoy, Miércoles Santo de 2020, nuestra Antigua Imagen del Cristo de la Buena Muerte no saldrá en la Procesión de "Las Siete Palabras". Este año no iluminaremos tu camino acompañándote con los faroles, no escucharás los Sones de tu Banda de Cabecera, ni habrán estaciones donde escuchar tu Palabra por las calles de nuestro pueblo. Pero sí lo haremos desde nuestros corazones, en nuestras casas, oraremos con tu Palabra para que Tú ilumines nuestras vidas y nos guíes por tu camino. Oremos pues con tu Palabra, "Las Siete Palabras". Por todos los que sufren y luchan por que esta pandemia acabe, por los que han perdido a sus seres queridos, para que nos bendigas y nos protejas de todo mal. Señor... Ten piedad y misericordia de todos nosotros.


PRIMERA PALABRA
"Padre, Perdónalos porque no saben lo que hacen".
Acababan de levantar en alto a Jesucristo clavado en la cruz. Y precisamente entonces: cuando se levantó aquel clamoreo de blasfemias y de insultos; cuando los silbidos del pueblo se mezclaron con las risotadas de los escribas y fariseos; cuando saboreando su triunfo lanzaron sus enemigos su reto definitivo: «¿Pues no eres tú el Hijo de Dios? Ahora tienes la ocasión de demostrárnoslo. ¡Baja de la cruz y entonces creeremos en ti y caeremos de rodillas a tus pies!» Y dirigiéndose a esa multitud añadirían sin duda: «¿Veis cómo teníamos razón? ¡Veis cómo no era más que un hechicero y embaucador?»» Y precisamente entonces: cuando Jesucristo hubiera podido ordenar a la tierra que se abriera y hundir para siempre en el infierno a aquellos energúmenos, precisamente entonces, «Jesús decía: Padre, perdónalos que no saben lo que hacen».
Pequé, Señor, pequé. Ten piedad y misericordia de mí.
PADRE NUESTRO


SEGUNDA PALABRA
"Yo te aseguro: Hoy estarás Conmigo en el paraíso".
“Mientras que el Señor parece pasar desapercibido entre dos malhechores, uno de ellos, consciente de sus pecados, se abre a la verdad, alcanza la fe e implora al rey de los judíos: “Jesús, acuérdate de mí cuando entres en tu reino” (…) El llamado “buen ladrón” recibe inmediatamente el perdón y la alegría de entrar en el Reino de los Cielos. “Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso”. Con estas palabras, Jesús, desde el trono de la Cruz, da la bienvenida a todos con la misericordia infinita (…) Muy pronto al ladrón se le concede el perdón, y la gracia es más abundante que la petición”.
Pequé, Señor, pequé. Ten piedad y misericordia de mí.
PADRE NUESTRO


TERCERA PALABRA
“Mujer, ahí tienes a tu Hijo. Hijo, ahí tienes a tu Madre”
“Cuando María estaba de pie ante la cruz, debió haber sido difícil mantener viva la esperanza. Las fuerzas de la oscuridad parecían haber ganado ventaja. Sin embargo, en lo profundo, debió haber recordado las palabras del ángel. Incluso en medio de la desolación (…), la certeza de la esperanza la llevó hacia la alegría de la mañana de Pascua. Nosotros, sus hijos, vivimos en la misma confiada esperanza de que el Verbo hecho carne en el vientre de María nunca nos abandonará. Él, el Hijo de Dios e Hijo de María, fortalece la comunión que nos une, para que seamos testigos de Él y de su amor que sana y reconcilia”.
Pequé, Señor, pequé. Ten piedad y misericordia de mí.
PADRE NUESTRO


CUARTA PALABRA
“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”
“Cuando nosotros, como Jesús, gritamos interiormente: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” (...) sólo en la cruz de Cristo encontramos una respuesta (…) Lo que cura al hombre no es esquivar el sufrimiento y huir ante el dolor, sino la capacidad de aceptar la tribulación, madurar en ella y encontrar en ella un sentido mediante la unión con Cristo, que sufrió con amor infinito”. “Para nosotros, en Cristo es donde se encuentra la respuesta al enigma del dolor y de la muerte (…) Al morir en la cruz Él quiso compartir el dolor de toda la Humanidad”.
Pequé, Señor, pequé. Ten piedad y misericordia de mí.
PADRE NUESTRO


QUINTA PALABRA

“Tengo sed”
“La sed de Cristo es una puerta de entrada al misterio de Dios, que se hizo sediento para saciarnos, como se hizo pobre para enriquecernos. Sí, Dios tiene sed de nuestra fe y de nuestro amor. Como un padre bueno y misericordioso desea para nosotros todo el bien posible, y este bien es Él mismo”. “La oración es el encuentro de la sed de Dios con nuestra sed (…) En la oración, tenemos que dirigir nuestro corazón a Dios para entregarnos a Él como ofrenda (...) En la oración, vemos todo a la luz de Cristo, dejamos caer nuestras máscaras y nos sumergimos en la verdad y en la escucha de Dios, alimentando el fuego del amor”.
Pequé, Señor, pequé. Ten piedad y misericordia de mí.
PADRE NUESTRO


SEXTA PALABRA

“Todo está cumplido”
“Jesús pronunció estas palabras poco antes de expirar. Manifiestan su conciencia de haber cumplido hasta el final la obra para la que fue enviado al mundo (…) Los hombres, hasta el momento de la muerte, están llamados a cumplir la voluntad del Padre, y la muerte es el último acto, el definitivo y decisivo, del cumplimiento de esta voluntad. Jesús nos lo enseña desde la cruz”.
Pequé, Señor, pequé. Ten piedad y misericordia de mí.
PADRE NUESTRO


SÉPTIMA PALABRA
“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”
“Desde el día en que Cristo fue alzado en ella, la cruz, que parece ser el signo del abandono, de la soledad, del fracaso, se ha convertido en un nuevo inicio. De la profundidad de la muerte se alza la promesa de la vida eterna, sobre la cruz brilla ya el esplendor victorioso del alba del día de la Pascua. Nuestros fracasos, nuestras desilusiones, nuestras amarguras que parecen marcar el derrumbe de todo, quedan iluminados por la esperanza. El acto de amor de la cruz (…) lo envuelve y lo transforma todo”.
Pequé, Señor, pequé. Ten piedad y misericordia de mí.
PADRE NUESTRO

Os dejamos un resumen del vídeo de la procesión de
"Las Siete Palabras" del año 2019

Vocalía de Culto y Espiritualidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario